-LeónGieco-

22 de marzo de 2011

Desamistad


No encontré a tu lado la libertad que necesitaba para sentirme feliz. No encontré en tus manos el calor que precisaba para pasar el invierno. Pero sí, sí encontré en unos libros de tapa blanda un par de sonrisas que me ayudaron a volver a ver el sol brillar. Hallé en sus ojos más de lo que creí poder llegar a encontrar.

Será por la admiración que te tengo que logro entender que no soy más que una copia barata de lo que vos querés ser. O será por mi ingenuidad que creí ser tu complemento, tu gran aliado y hasta el cofre en el cual guardabas tus secretos. Pero en fin, de lo que estoy segura, es de que te olvidaste de mí; te olvidaste de lo que te confié, olvidaste compartir un poco de amor conmigo, porque siempre hubo alguien mejor a quien dárselo, pensando que lo necesitaba más por cumplir un papel victimario que no le correspondía.

Cada vez que te veo sonreír, recuerdo que no me dejaste que sea yo quien llene de colores tus mejillas. Y cuando miro atrás, sé entender que no fui quien falló por darte menos de lo que merecías, sino que no recibí nada a cambio, y por eso me cansé de dar. Sé que no tenés ni una minima idea de lo que me está causando verte feliz a su lado, alegrándome por ello, pero marcándome que ya no formo parte de tus personas más cercanas, que ya no voy a volver a escuchar tus problemas, y que jamás voy a volver a ayudarte a resolverlos.

Sos mi incógnita, una de las tantas, pero creo que la que más me preocupa. Ni siquiera una hoja en blanco, sos un manchón de tinta que cayó por haber cargado mucho la pluma. Entiendo que si no merezco tu confianza es porque vos tampoco merecés la mía, y me alegra saber que cuando me necesitaste te acompañé a cada momento. Pero pareciera que te hubieras olvidado de quienes te dieron esos empujones revitalizadores. No sólo lo digo por mí, sino porque he escuchado lo mismo de quienes te acompañaron en ese momento tan difícil, y creo que el error no está en quienes dejaste atrás, sino en que NOS dejaste atrás.

Pero, ¿para qué seguir hurgando en espacios vacíos? Si es claro que nada voy a encontrar (–No, eso es lo que decis en tus días de lluvia. Aunque nunca viene mal cuestionarse por qué es que falló esta relación, no vaya a ser cosa que me dé cuenta tarde de que no pagué mi cuota, y se me venza el plazo.)

Espero que encuentres un buen alimento en aquellos que hacés llamar tus amigos, y que cumplan con lo que deben como no supimos hacerlo nosotras. Sí, también te extraño… Y también me duele saber que se nos desataron los nudos que nos mantenían firmemente tomadas. Pero así es la vida, te quita, te quita, te quita, y quizás algo te da. (-No, ¿qué hacés diciendo eso? Es porque estás nostálgica, pero bien sabés que la vida no te da lo que querés, sino las herramientas para que puedas encontrar la mejor manera de estar bien, porque hay miles de razones que nos impulsan a levantarnos cada día de la cama.)

…Y yo que creía que el desamor podía ser más cruel que la desamistad.

1 comentario:

  1. Encontraste las palabras justas. Sé no necesito pedirte permiso para hacerlas mías. Comparto en carne, hueso, alma la exactitud de tus palabras y sentimientos. Más que modificar podría agregar.
    Aún así, nada queda por hacer más que seguir siendo vos y yo, y aprovechar las nuevas amistades que espero, no nos causen dolor. Te quiero, y sí también la quiero y la extraño.
    Nunca te preguntaste si alguna vez se acuerda de vos? porque yo sí, y muchas...

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